El alcalde de Alcalá del Valle (Cádiz), Rafael Aguilera, de Izquierda Unida, y cuatro concejales, llevan desde el pasado jueves atendiendo la residencia de ancianos del pueblo después de que 20 trabajadores cayeran enfermos infectados por el coronavirus.
El centro cuenta también con 38 residentes infectados de los 42 ingresados en sus instalaciones, de los cuales uno ha fallecido y 18 de ellos han sido trasladados a hospitales cercanos. La residencia de Alcalá del Valle necesita auxiliares, enfermeros y médicos, una situación que ha denunciado el alcalde a la Junta de Andalucía y de la que no ha obtenido respuesta todavía.
Los ancianos están siendo atendidos por seis empleados, los que dieron negativo, y por los cinco miembros de la corporación municipal que ayudan en lo que pueden. “Ellos están trabajando 20 horas al día, pero no son ni médicos ni enfermeros. Si no fuera por ellos, nuestros mayores estarían solos”, explica al otro lado del teléfono Carmen Rodríguez, nieta de un anciano de 80 años que ha dado positivo.

Efectivos de la Armada Española están colaborando en las tareas de desinfección y atención sanitaria, sin embargo, Aguilera denuncia que la falta de manos para atender a los ancianos ha agravado la situación. Concejales como Jonathan Moncada también han tenido que recluirse en cuarentena por haber estado en contacto con trabajadores infectados.
“Hacemos un llamamiento a que las administraciones nos ayuden”, explica el edil desde su aislamiento domiciliario. “Necesitamos oxígeno, ambulancias y hospitales (…). Nuestros mayores son personas. Las familias nos llaman y nos piden que no los meneen –muevan–. Que si mueren aquí, que mueran con dignidad”, ha asegurado el alcalde.
Aguilera ha solicitado también el confinamiento total de su municipio para evitar que el coronavirus se extienda por la Sierra de Cádiz donde hay muchas localidades con poblaciones envejecidas. “Pedimos por responsabilidad que se aísle el pueblo. Si ahora con la poca población en positivo que hay no tengo ni oxígeno, qué va a ocurrir”, presagia con pesimismo el alcalde.