El caso de Achraf Hakimi es otra acusación seria y preocupante de violación que destaca la necesidad de abordar la cultura del abuso sexual en el fútbol.
El futbolista marroquí Achraf Hakimi, defensa del París Saint-Germain (PSG), está siendo investigado por la presunta violación de una joven de 23 años. Según el diario Le Parisien, la joven presentó una denuncia contra Hakimi en la comisaría Nogent-sur-Marne. La Fiscalía ha abierto una investigación y está en curso en Nanterre.
Según el relato de la denunciante, la joven entró en contacto con el futbolista a través de Instagram el 16 de enero, y el pasado sábado la invitó a su domicilio en Boulogne-Billancourt para tener un encuentro íntimo. Sin embargo, el jugador se habría propasado, la besó y tocó sin su consentimiento.
La chica, siempre según su relato, logró escapar del agresor y enviar un mensaje a una amiga que fue a buscarla. El futbolista ha negado la acusación y ha seguido con su agenda pública sin mencionar la investigación en curso.
Cultura del abuso
El caso de Hakimi ha generado controversia y ha vuelto a poner de relieve la necesidad de abordar la cultura del abuso sexual en el fútbol. La FIFA ha tratado de abordar este problema a través de su campaña “Hablamos futbol” y la implementación de políticas de tolerancia cero para la discriminación y la violencia en el fútbol.
La presunción de inocencia es un derecho fundamental y que se debe garantizar el debido proceso para todas las partes involucradas en este caso. Sin embargo, también es crucial no minimizar la seriedad de las acusaciones y asegurar que se lleve a cabo una investigación justa e imparcial. Es necesario que las autoridades francesas y el PSG tomen en serio estas acusaciones y tomen medidas apropiadas si se descubre que el futbolista es culpable.