Por Victoria Portas
Desperté deseando que fuera un mal sueño, pero por desgracia no es así. Cuando una llega a éste punto del camino se para, respira profundo y se pregunta que hemos hecho mal. Si las nuevas generaciones tendrán la fuerza, el ánimo o si despertarán de su letargo a tiempo para remediarlo, necesitamos de su granito de arena y lo necesitamos ya ,sino lo que conocen como comodidad, libertad de expresión, educación y sanidad…. En definitiva libertad de decisión sobre tú propia vida, puede que no exista mañana.
Hoy, con mis cuarenta años, aún puedo cerrar los ojos y oír las historias de mi bisabuela, nacida en 1919, hablar de los horrores de una guerra civil, donde tú vecino podía señalarte por roja o simplemente por hablar gallego, ¡como concebirlo si ayudaste a nacer a sus hijos!. Donde un día venían a por tu marido y tus hijos y nunca más los volvías a ver, siempre se preguntó cual sería la cuneta en la que se encontraban los restos de su hermano, no poder enterrarlo junto a sus padres, su mirada si era desgarradora. Como mirar directamente a los ojos de nadie no era posible, el miedo no te lo permitía lo hacías con la cabeza baja. Los horrores de una postguerra en la cual se llevaba familias enteras por el hambre y las enfermedades… Y hoy, tristemente, solo le puedo decir que les estamos fallando, que nos estamos equivocando, que nos han querido dar tanto y ocultar el horror que vivieron que no tenemos conciencia de lo que nos puede suceder, me duele tanto.
Mucha gente de mi generación, tendrían que haberte escuchado para entender hoy, lo mucho que nos estamos equivocando. Nos han ocultado gran parte de nuestro pasado. Porque nos han negado la historia. Porque la historia sigue aún viva sin cerrarse. Porque la han manipulado, porque la niegan… porque, por todo esto, estamos en peligro de volver a repetirla.
Ahora, un partido que irrumpe en el panorama político, me dice que tenemos que rendir honores a aquel héroe que apuntó con su fusil a miles de campesinos, niños, mujeres… creo que no es una buena fórmula para cerrar heridas.
Me dice que menosprecio el español por el uso de una lengua cooficial. Ya veis, sé escribir en castellano pero soy gallega, vivo respiro pienso y siento en gallego. No es ninguna lengua cooficial, es mi lengua, la de mis antepasados, a mi bisabuela la obligaron a no hablarla y si no la llamaban analfabeta o roja, no abuela yo nunca renunciaré a quien soy.
Hoy, en el año 2018 quieren hacernos olvidar nuestro pasado y presente de emigración culpando a los inmigrantes que huyen de guerras provocadas por el Occidente rico de querer quitarnos un trabajo que el propio sistema nos hurta, nos precariza y nos malpaga. Los actuales inmigrantes son los modernos esclavos.
¿Cómo decirles a todos los emigrantes gallegos que merecían ser expulsados el mismo día que pisaron otros países -que les dieron una segunda oportunidad- cuando escapaban de esta guerra sin sentido y del hambre de éste país? Han retornado a sus tierras de las que nunca quisieron salir y nunca han deseado colonizar ni invadir nada, los inmigrantes tampoco.
Cómo decirles a mis hijas que en 1911, 123 mujeres jóvenes emigrantes de Europa del Este e Italia de la fábrica de confección de camisas Triangle Waist Co. murieron por nada. No señores, murieron quemadas por defender derechos laborales iguales para las mujeres. Ellas nos abrieron el camino para los derechos de la mujer, desde el derecho a voto, el derecho a la educación, el derecho sobre nuestro propio cuerpo, el derecho a la igualdad y la denuncia de la violencia de género: ¿Cómo vamos a renunciar a todo ello? ¿Cómo vamos a tirar el sacrificio y la lucha de tantas generaciones en favor de un machismo trasnochado, de astracán y de opereta?
¿Solo es legal la familia natural?, cual es la familia natural?, ¿quién define el concepto de familia, cuando ha sido tan cambiante en la historia y en cada lugar? Tú familia es aquella persona, sea del género que sea, nacionalidad o religión que está ahí cuando lo necesitas, la que te protege, que te da un hogar, familia es quien te tiende la mano, el amor no entiende de género ni religión ni nacionalidad….
Nadie nos debe dictar cuales y cómo son nuestros afectos y su extensión. Ha habido una larga batalla por la conquista y la aceptación de la diferencia, de lxs diferentes y aún seguimos en ello. Dar pasos hacia atrás es un retroceso en la libertad y en el propio concepto de la naturaleza de lo humano.
Cómo no tender la mano a quien lucha por un futuro diferente. Cómo no querer combatir a quienes ofrecen dictaduras y pobreza. Cómo no educar en la igualdad y respeto. Cómo no luchar por lo que es justo, cómo no defender los derechos fundamentales, y como no SENTIR en letras mayúsculas.
AMO, SINTO E VIVO POLA MIÑA XENTE, POLAS MIÑAS FILLAS E O FAGO E O FAREI CREENDO NOS DEREITOS SOCIAIS E EN GALEGO.
E poderedes algún día, si chegades o poder, meterme na cadea, pero meteredes só meu corpo, pois por moito que queirades non vades poder ILEGALIZAR NIN O MEU CORAZÓN NIN A MIÑA IALMA.