Un reportaje del diario Intercept Brasil señala que el juez Sergio Moro, hoy ministro de Justicia del Gobierno de Jair Bolsonaro, y el fiscal de la operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, intercambiaron mensajes de texto durante la investigación del caso, algo prohibido por la Constitución y el Código Penal brasileño.
El reportaje, firmado por Greenwald y otros dos periodistas, cuestiona la imparcialidad del hoy ministro cuando era responsable del juicio en primera instancia de varios casos de corrupción en Curitiba. Entre ellos, el del triplex de Lula en un balneario de São Paulo, supuestamente comprado con dinero de sobornos a la constructora OAS, que se benefició con contratos de Petrobras.
Según The Intercept, las conversaciones privadas muestran que Moro sugirió a Dallagnol cambiar el orden de las fases de la operación Lava Jato y dio consejos y pistas a los fiscales encargados del caso, lo que está prohibido por ley.
Asimismo, en otras conversaciones, fiscales del grupo que investigaba la Lava Jato en Curitiba, liderado por Dallagnol, discuten formas de frenar una entrevista que Lula, en prisión desde abril de 2018, había concedido al diario Folha de Sao Paulo porque podría beneficiar al Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones del pasado octubre.
“La Constitución estableció el sistema acusatorio… en el cual las figuras del acusador y del juzgador no pueden mezclarse. En ese modelo, el juez debe analizar de manera imparcial los argumentos de acusación y defensa… Las conversaciones entre Moro y Dallagnol demuestran que el actual ministro se entrometió en el trabajo del Ministerio Público”, afirma Intercept.
Otros mensajes entre Moro y Dallagnol son de una época en la que se celebraron varias manifestaciones callejeras en contra del Gobierno de Dilma Rousseff. Algunos manifestantes pedían al juez “limpiar el Congreso”. “Enhorabuena por el inmenso apoyo público hoy. (…) Sus señales conducirán multitudes, incluso para reformas que Brasil necesita, en los sistemas político y de Justicia criminal(…)”, escribió Dallagnol. Intercept seleccionó la siguiente respuesta de Moro: “Hice una manifestación oficial. Enhorabuena a todos nosotros (…). Aún desconfío mucho de nuestra capacidad institucional de limpiar el Congreso”.
La defensa del exmandatario ha subrayado que los documentos divulgados por The Intercept muestran que la actuación de los procuradores y del exjuez Sergio Moro tuvo un “objetivo político” y que “nadie puede tener dudas de que los procesos contra el expresidente Lula están corrompidos por lo que hay de más grave en términos de violación a las garantías fundamentales y a la negativa de los derechos”.
La expresidenta brasileña Dilma Rousseff, por su parte, ha afirmado que las revelaciones de The Intercept dejan “explícitas las relaciones ilegales y espurias entre el juez Sergio Moro y los procuradores de Lava Jato, con destaque para Deltan Dallagnol”. “Procesos corrompidos por el fraude implican la libertad inmediata de Lula”, ha sentenciado.
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