“Cuatro mujeres asesinadas en cinco días nos obligan a mirar a los pactos entre el PP y Vox”, señala Barceló

“Cuatro mujeres asesinadas en cinco días”. Con esta contundente y desgarradora afirmación iniciaba Àngels Barceló su programa ‘Hoy por hoy’ en Cadena SER. Una realidad que pone de manifiesto la urgencia de abordar, sin dilaciones, las cuestiones fundamentales que atañen a los derechos de las mujeres en España.

Barceló aporta dos asuntos de actualidad que, citándola, “nos obligan a mirar a los pactos entre el PP y Vox”. Estos acuerdos se están convirtiendo en un serio obstáculo para el progreso en términos de derechos y libertades, particularmente aquellos relacionados con las mujeres. Su alusión no es a las declaraciones políticas o investiduras, sino a cuestiones cruciales como el derecho al aborto y la lucha contra la violencia machista.

“Todo lo que hemos avanzado hasta hoy corre serio peligro”. Esta advertencia de Barceló no es en vano. Recuerda la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que ordena indemnizar a una mujer que no pudo abortar en su comunidad en Murcia. Este hecho nos muestra el camino pedregoso que muchas mujeres deben atravesar para ejercer un derecho reconocido legalmente, pero dificultado en la práctica por barreras administrativas y políticas.

El problema se agrava cuando, como subraya Barceló, la ultraderecha “niega el derecho al aborto” y coloca en puestos de responsabilidad a militantes antiabortistas. Esta situación amenaza con revertir los derechos duramente ganados, llevándonos de vuelta a una época de oscuridad y represión.

Por otra parte, Àngels Barceló denuncia el “goteo de casos de violencia machista” con una triste estadística: “cuatro mujeres asesinadas en solo cinco días”. Este hecho, que debería ser suficiente para alertar a la sociedad y a las autoridades, choca con la postura de la ultraderecha, que se niega a reconocer la existencia de esta lacra social y en su lugar habla de “violencia intrafamiliar”. Esta terminología diluye y minimiza el problema, ignorando el hecho fundamental de que son las mujeres las víctimas y los hombres sus parejas, los perpetradores.

Barceló concluye con una preocupación palpable: “las instituciones tienen que jugar un papel determinante en la lucha contra la violencia machista, pero si quien ocupa estas instituciones la niega, todo lo que hemos avanzado hasta hoy, igual que con el aborto, corre serio peligro”. Esta conclusión resonante nos recuerda la responsabilidad que las instituciones políticas y sociales tienen en garantizar y proteger los derechos de las mujeres.

Como sociedad, debemos tomar en serio estas reflexiones y trabajar juntos para prevenir el retroceso en los derechos de las mujeres. El camino hacia la igualdad es largo y lleno de obstáculos, pero las voces como la de Àngels Barceló nos recuerdan que no podemos permitirnos dar un paso atrás.

 

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