El discurso de Vox en este tema, como en tantos otros, es claramente ideológico y está basado en prejuicios y estereotipos que no tienen ningún fundamento científico
La diputada de Vox, María de la Cabeza Ruiz Solás, ha causado una polémica en el Congreso de los Diputados al manifestar su preocupación por el “alarmante aumento de casos de homosexualidad y transexualidad” en España. Según ella, este incremento estaría directamente relacionado con el supuesto “adoctrinamiento” al que el Gobierno somete a los menores. No hace falta ni explicarlo, esta burda afirmación carece de datos objetivos y es claramente contraria a las evidencias científicas que demuestran que la orientación sexual y la identidad de género no se pueden modificar.
Ruiz Solás ha señalado que su partido no se opone al reconocimiento de ningún derecho, pero sí a los deseos de un colectivo. Esta afirmación es especialmente alarmante, ya que sugiere que la homosexualidad y la transexualidad son “deseos” que pueden ser manipulados y controlados. En realidad, la orientación sexual y la identidad de género son aspectos fundamentales de la personalidad que no pueden ser impuestos por ninguna ideología o propaganda.
El discurso de Vox en este tema es especialmente peligroso, ya que sugiere que la homosexualidad y la transexualidad son enfermedades o trastornos mentales que pueden ser “curados” o “corregidos”. Este enfoque está totalmente desfasado y contradice la opinión de la mayoría de los profesionales de la salud mental, que consideran que la homosexualidad y la transexualidad son aspectos naturales y normales de la diversidad humana.
Por otra parte, el discurso de Ruiz Solás y de Vox en general sugiere que la tolerancia y el respeto hacia la diversidad sexual y de género son “deseos” que deben ser combatidos. En realidad, la tolerancia y el respeto son valores fundamentales de cualquier sociedad democrática y pluralista. Negar estos valores es negar la esencia misma de la convivencia pacífica y la igualdad de derechos.
La homosexualidad y la transexualidad no son “enfermedades” que puedan ser “curadas”, sino aspectos fundamentales de la diversidad humana que deben ser respetados y valorados. La lucha contra la discriminación y la exclusión de las personas LGTBIQ+ es una tarea fundamental de cualquier sociedad democrática y pluralista.
Eduardo Rubiño, diputado de Más Madrid en la Asamblea, ha querido responder a esta diputada de Vox: “¿Qué les alarma de que haya niños y niñas que se declaran homosexuales y viven libremente su sexualidad? ¿Qué les alarma de que existamos y tengamos espacio en esta sociedad?”, ha cuestionado.
Rubiño se ha preguntado que qué pasaría en España así hubiese otras como: “Epidemia de personas judías en España” o “Se disparan los casos de niños cristianos en España”. “Sería una aberración condenada unanimemente por todos, pero con las personas LGTBI parece que hay barra libre para el señalamiento y para compararnos con enfermedades”, ha subrayado el diputado, que ha celebrado que “cada vez hay más personas LGTBI que muestran su identidad y su orientación”.
“Porque existir hemos existido siempre. Existíamos cuando en este país reconocerlo te mandaba a la cárcel o a un campo de concentración del franquismo y existimos ahora, que hemos heredado un país mucho más libre en el que ha costado muchísimo esfuerzo, sangre, sudor y lágrimas conseguir los derechos que disfrutamos hoy”, ha resaltado.
Le ha recordado Rubiño que “creer que el alarmante aumento de casos de homosexualidad y transexualidad está directamente relacionado con el adoctrinamiento que ustedes someten a los menores no es odiar”.