Vox se querella finalmente contra Twitter por no querer difundir su campaña xenófoba

Este lunes, Vox ha presentado una querella contra Twitter y su representante en España, Nathalie Picquot, por bloquear la cuenta de la formación política, al considerar que el bloqueo de la cuenta supone una lesión de sus derechos fundamentales, la imputación falsa de un delito de odio y la comisión de otro de injurias y calumnias.

La semana pasada Twitter suspendió temporalmente la cuenta oficial de Vox a pocas horas de comenzar la campaña electoral en Cataluña a raíz de un mensaje en el que se vinculaba a la inmigración con la delincuencia, y que la red social considera una “incitación al odio”.

Vox lanzó una campaña en redes con el lema «Stop islamización» y había subido poco antes varios comentarios contra los colectivos de inmigrantes magrebíes y musulmanes a los que relacionaba con la delincuencia en Canarias y en el punto electoral donde querían incidir: Catalunya.

El líder de Vox anunciaba la presentación urgente de una querella por haber actuado de manera «totalitaria». En paralelo, el vicepresidente y eurodiputado del partido, Jorge Buxadé, elevaba al asunto ante instancias europeas registrando una pregunta sobre esta «censura» ante la Comisión Europea para que se pronunciase.

En uno de estos comentarios Vox afirmaba que estos colectivos «suponen aproximadamente el 0,2% y son responsables del 93% de las denuncias». «La mayoría son procedentes del Magreb. Es la Cataluña que están dejando la unánime indolencia y complicidad con la delincuencia importada. ¡Solo queda Vox!», expresaban en el tuit.

Sus datos eran mentiras interesadas

Los datos que presentaba Vox en la red social faltaban a la verdad, tal y como demostró el presentador de TVE Diego Losada ante Ortega Smith, secretario general del partido ultra. En dos minutos desmontó con numerosos datos oficiales las informaciones falsas que su partido había lanzado sobre la inmigración en Catalunya.

Losada a Smith que dichos datos no se asemejaban a la realidad. Para ello cogió los datos registrados por el INE en 2019 y fue desmontando cada cifra aportada por Ortega Smith. Por ejemplo, indicó que la mayor parte de los condenados ese año eran de nacional española (75%), mientras que “entre los extranjeros, los países europeos comunitarios, no del Magreb ni de África, representaron el mayor porcentaje de condenados”.

También citó que los Mossos d’Esquadra cifraron que un 41% de ciudadanos españoles fueron detenidos en Catalunya, un 16% de marroquíes y un 7% de pakistaníes. Todas estas cifras, insistió el periodista, eran bien distintas al 93% que aseguraba Vox en Twitter.

Para justificarse, Ortega Smith espetó: “Si usted me habla de datos totales sobre el global de la población, a lo mejor el porcentaje es menor. Pero cuando usted saca el porcentaje de extranjeros que hay en España, y sobre ese porcentaje de extranjeros calcula el número de denuncias, entonces ya cambia el porcentaje”. A lo que Losada respondió: “Tenemos ese dato porque hemos hecho el cálculo también”. Y le indicó que: “Los inmigrantes son responsables del 32% de los delitos sexuales. Es cierto que es un porcentaje alto porque los extranjeros representan el 10.7% de la población”.

“Ahí es donde queríamos llegar”, contestó Ortega Smith. “Pero nada que ver con ese 93% que ustedes dicen en su tuit y que ha motivado la suspensión de Twitter”, zanjó el periodista de TVE.

Vox solicita la devolución inmediata de la cuenta

La formación de extrema derecha sostiene en el escrito presentado ante el Juzgado de Instrucción de Madrid que se está vulnerando el derecho a la libertad de expresión de la formación política en periodo electoral, causando graves perjuicios contra su imagen y contra su capacidad de difundir su programa para los comicios del 14 de febrero, por lo que solicita la inmediata devolución de la cuenta como medida cautelar.

Según Vox, el bloqueo de su cuenta cierra un cauce de participación de afiliados y simpatizantes y atenta contra el principio de igualdad “al no interpretar del mismo modo las publicaciones de otras formaciones políticas”.

Además, la querella considera que se comete también una vulneración del derecho al honor, difamando a esta formación al imputarle falsamente un delito de odio.

Precedentes

No es la primera vez que Vox incumple las normas de Twitter y la red social congela temporalmente la cuenta de la formación. En enero del año pasado fue también suspendida por un tuit que subieron que consideraron ofensivo para el colectivo LGTBI. El comentario «viola la Política de Twitter relativa a las conductas de incitación al odio», aseguró entonces también un portavoz: «Para desbloquear la cuenta, el usuario sólo tiene que borrar el tweet ofensivo», les exigió Twitter pero Vox se negó a eliminarlo, acusando a la red social de «censura».

Twitter defendió que es una compañía “imparcial” y no participa en “perjuicios o sesgo político” de ningún tipo. “Aplicamos las reglas de Twitter de manera desapasionada e igual para todos usuarios, independientemente de su procedencia o afiliación política”, argumentó la red social.

“No soportan al colectivo LGTBI, no soportan el matrimonio entre personas del mismo sexo, no soportan la igualdad entre mujeres y hombres, no soportan que sus ideas retrógadas no sean las de toda la sociedad”, denunció Adriana Lastra.

El partido ultra se enzarzó con la portavoz del PSOE por recriminarles su fobia a este colectivo y replicaron: «Lo que no soportamos es que os metáis en nuestra casa ni que nos digáis cómo tenemos que educar a nuestros hijos. Y menos aún que con dinero público promováis la pederastia».

Finalmente el partido de ultraderecha borró el mensaje que generó la polémica y pudo recuperar el funcionamiento de su cuenta.