Un vuelo de la aerolínea Avianca que cubría la ruta entre Madrid y Bogotá tuvo un susto importante debido a un fallo en la calefacción de la bodega en la que viajaban perros, lo que obligó a la aeronave a dar media vuelta.
Afortunadamente, el incidente tuvo un final feliz, ya que después de quemar combustible, se coordinó la atención veterinaria para los animales y el avión pudo aterrizar sin problemas, según informó la cuenta de Twitter de controladores aéreos españoles.
Dos horas después, se confirmó que los perros estaban bien y que habían sido atendidos por veterinarios de Sanidad Exterior. Además hubo una excelente coordinación del personal de Aena, Iberia Handling y Técnicos de Operaciones en el Área de Movimiento (TOAM).
Avianca establece en su sitio web que los animales que pesan más de 10 kilos deben viajar en la bodega, pero que se permite volar con ellos siempre y cuando se realice la reserva con al menos 48 horas de antelación a través del Contact Center.
La aerolínea también especifica que los perros deben viajar en contenedores flexibles con dimensiones de 55x35x25 cm y que deben ir debajo del asiento frente al pasajero en el avión, aunque si muestran agresividad, causan inconvenientes a otros pasajeros o a la tripulación, no podrán volar en cabina y el animal deberá viajar en la bodega asumiendo el pasajero los cargos adicionales correspondientes.
