El segundo pacto de investidura entre ERC y el PSOE marca un giro en el escenario político, obligando a Sánchez a enfrentarse a nuevos retos para cumplir con las cláusulas del acuerdo, incluyendo aspectos cruciales como el traspaso integral de Rodalies a la Generalitat.

Gabriel Rufián, líder republicano en el Congreso, aprovechó el pleno de investidura de Pedro Sánchez para advertir que ERC será rigurosa en la ejecución del pacto, planteando un tono desafiante y provocativo que tomó por sorpresa al propio Sánchez.

«Mire este hemiciclo. ¿Ve alguna alternativa a nosotros? ¿Ve a Albert Rivera y a Inés Arrimadas? No, ¿verdad? No se la juegue, créame», señaló Rufián.

Rufián a Sánchez: "¿Ve alguna alternativa a nosotros? No se la juegue, créame"
Rufián a Sánchez: «¿Ve alguna alternativa a nosotros? No se la juegue, créame»

La estrategia de ERC apunta a destacar que, a diferencia de la legislatura pasada, Sánchez no podrá respaldarse en Ciudadanos cuando ERC se niegue a pactar ciertas cuestiones. En este nuevo escenario, sin la presencia de Albert Rivera e Inés Arrimadas, Sánchez solo puede mirar hacia la izquierda y el independentismo. «Tenemos capacidad para obligarle», ha reivindicado Rufián ante el pleno.

Sin embargo, la influencia de ERC no es absoluta. La disminución de sus escaños de 13 a 7 implica compartir influencia con otros grupos, como Junts, a pesar de sus relaciones tensas. Rufián inauguró la legislatura lanzando críticas hacia los posconvergentes, señalando la estrategia de negociación con el Estado, algo que criticaron en el pasado.

Además, Rufián defendió la amnistía confrontando con la derecha y la extrema derecha, citando ejemplos de actos inmorales realizados por estas fuerzas políticas. El líder de ERC recurrió a su característico tono provocativo, lanzando algún chascarrillo mirando hacia la bancada de Vox e ironizando sobre la trayectoria política de Santiago Abascal

Un detalle relevante durante el debate fue el retorno al castellano por parte de ERC. A pesar de poder utilizar el catalán en la cámara, Rufián optó por el castellano durante los primeros 20 minutos de su intervención, cambiando al catalán al reivindicar el trabajo de ERC en la legislatura anterior.

El líder de ERC encontró a un Sánchez más conciliador que combativo, recibiendo incluso elogios por su oratoria. A pesar de ello, el discurso de Rufián no pasó desapercibido para el PP, que protestó por las menciones al ‘lawfare’ y la mención al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón en relación al caso del Tsunami Democràtic.

Este segundo pacto entre ERC y el PSOE destaca como un punto de inflexión en la dinámica política, donde la posición de ERC se vuelve crucial en el devenir legislativo y las decisiones que el Gobierno de Sánchez tome en el Congreso.

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